El objetivo de una casa pasiva es el ahorro de energía a través del aislamiento. Muchas son las ventajas de este tipo de construcción tanto en el ámbito ambiental como en el familiar. Lejos queda España de países como Inglaterra, Alemania o Francia donde se construyen diariamente casas pasivas.
Aquí, en nuestro país ya sea por el elevado coste económico como por ciertos obstáculos según las comunidades autónomas, este despegue arquitectónico está siendo más lento. Tan solo en el país vasco se ha logrado construir más que en el resto de toda España.
Pero parece ser que el ahorro energético empieza a pesar y mucho en las razones de los consumidores que toman este paso y lo consideran una inversión.
Este auge en la construcción de las casas pasivas en España se debe por tanto a dos razones muy simples: Abaratar la factura energética llegando casi a ser autosuficiente, y además, por cumplir las normativas comunitarias nacionales en materia de construcción.
A pesar de los sobrecostes que han podido frenar a clientes en el pasado, se han realizado estudios recientes donde se confirma que ese sobrecoste del 6% es amortizado por propietario en un periodo máximo de siete años como por ejemplo en construcciones de madera.
Por tanto estamos ante un hecho inusual en nuestro país, un auge en este tipo de construcción eficiente energéticamente que viene pisando fuerte y que se afianza poco a poco llegando a formar parte del panorama arquitectónico actual a pesar de que solo se pueden certificar casas pasivas aquellas que son de nueva construcción.
¿ Llegaremos al nivel de Alemania? Solo el tiempo nos lo confirmará