Hablar de vivienda tradicional supone contar con incertidumbre presupuestaria en la mayor parte del proceso de construcción de la casa. Esto es debido a que el sistema de obra está sujeto a muchos factores imprevisibles que aumentan el coste final de la vivienda.
A día de hoy sigue siendo la obra más demandada en el sector inmobiliario en España. Pero la construcción industrializada le está ganando mucho terreno a la construcción tradicional sobre todo en las Baleares, por las numerosas ventajas que presenta tanto en precio, plazos, y costes.
En cuanto a los sobrecostes de la construcción tradicional viene sujeto a los diferentes factores que vamos a establecer a continuación, ya que no es lo mismo una obra en la península que una obra en islas.
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) el sobrecoste de la construcción privada en las islas Baleares ha incrementado un 30% en 2021.
- Aumento del coste de los materiales: una casa personalizada requiere de unos materiales muy concretos. Si no se utiliza en este caso materiales locales es un coste extra bastante considerable ya que se tienen que llevar hasta la parcela donde se está realizando la obra. Por tanto al coste propio del material hay que sumar el transporte (deslocalización).
- Mano de obra: uno de los puntos que más sobrecoste genera en la construcción tradicional es encontrar mano de obra, hay muy pocos soldadores y encofradores para tanta demanda. Y muy poca mano de obra cualificada.
- Suelos urbanos más caros: en Mallorca, construir una casa modular en un suelo rustico es mucho más económico. Ahora mismo los terrenos en las baleares están disparados. Si se compra una parcela rustica no se puede poner una casa de obra tradicional pero si una modular abaratando muchísimo los costes.
- Factores climatológicos y locales: un factor ineludible que afecta directamente al precio y tiempo de la construcción de la vivienda es la climatología. En la construcción tradicional se expone la obra a cualquier cambio climatológico del lugar. Lo que supone retrasos en las obras y posibles daños en los materiales emplazados en terreno. A esto hay que sumarle las condiciones concretas de cada comunidad, como en este caso políticas locales de ruido que suponen un retraso considerable en las obras tradicionales aumentado el coste de la mano de obra y el tiempo de entrega de la casa.
Es por todo ello que la construcción industrializada está ganando mucho terreno en Mallorca, Menorca e Ibiza. Porque contar con una vivienda modular supone evitar muchos sobrecostes y problemas que van ligados a la forma de construcción que elige el cliente y sobre todo la localización.
Apostar por una vivienda industrializada supone proporcionar al cliente la tranquilidad de un presupuesto cerrado, unos plazos claros y cumplidos y un servicio llave en mano que otras formas de obra no pueden garantizar.
